“Era cuestión de tiempo que pasara esto”, dijo Cayetano Zacco, un socio vitalicio. La toma del Club Comunicaciones sigue vigente y pasa casi desapercibida para los grandes medios, sin la notoriedad que pudo haber tenido. A pesar de esto, el peso de una medida de fuerza pocas veces vista en Argentina fue enorme, y sentó un precedente en la lucha de los socios por salvar su propio club con sus manos hasta donde puedan.
Desde el viernes 13 a las 19 hs, unas horas de que se tomen las instalaciones, el fideicomiso encargado de la gestión del club retiró a todos los guardias de seguridad del predio. “Sacaron a la guardia pensando que íbamos a tener vía libre para romper todo el club, y tener de dónde agarrarse para hacernos algo. Pero resulta que la manifestación fue totalmente pacífica, sin embromar a nadie. Solo queremos respuestas y que todo vuelva a los socios”.
Actualmente, cuenta Cayetano, la dirigencia es el fideicomiso, pero éste se encuentra acéfalo. Los integrantes fueron renunciando “por la vergüenza que les daba robar tanta plata”, y hoy sólo queda uno: Eduardo Mario Fenochietto.